Hoy vengo a hablaros de mi experiencia personal, de por qué sigo trabajando con y para startups después de varios años y de por qué la conjunción de startups y corporates es ideal para la innovación empresarial.
Desde que tengo uso de razón he sido un inconformista, ese inconformismo me ha llevado a saltar al vacío en situaciones laborales muy cómodas en busca de nuevos retos. También me ha llevado a estar ligado siempre a startups, donde he podido desarrollar mejor mi potencial planificando y ejecutando tareas dentro de un plan de marketing de manera transversal.
Lo primero que destacaría de trabajar en una startups es lo bien que te lo pasas. Disfrutas trabajando porque adquieres un sentimiento de “ownership” muy difícil de conseguir en un corporate donde las estructuras son tan grandes que es difícil ver el impacto de tus acciones en los resultados de la compañía. Todo lo que haces en una startup “early stage” tiene un impacto inmediato en el negocio y te hace celebrar con mucha ilusión cada uno de los hitos conseguidos por muy insignificantes que parezcan para una persona que trabaja en una gran compañía.
Trabajar en una startup es un máster acelerado increíble. Las cosas tienen que salir como sea, los equipos son pequeños y no se dispone de especialistas de todas las áreas. Esto provoca que tengas que aprender sobre la marcha y con una gran presión por tiempos de entrega cercanos, por lo que te conviertes a la fuerza en un profesional más completo, con conocimientos más transversales.
En una startup early stage está todo por hacer y puedes disponer de un importante poder de decisión desde que pones un pie en la oficina el primer día. Esto provoca que sea más fácil sentirte realizado y que puedas alinear tus objetivos personales con los profesionales.
Tienes la visión de toda la cadena de valor de la compañía y un contacto directo con el mercado, ya que estás más cerca del cliente final, de los proveedores y de todos los agentes que intervienen en el negocio. Este hecho, te ayuda a entender mejor las necesidades de los clientes y proveedores y de poder realizar acciones realmente relevantes para ellos y, por consiguiente, para los resultados de la empresa.
No hay departamento legal, traduciendo: todo se hace bajo la premisa “mejor pedir perdón que permiso”. La innovación requiere de libertad de pensamiento sí, pero sobre todo de libertad de ejecución. ¿De qué sirven las ideas geniales si no puedes ejecutarlas y medir si realmente eran tan geniales?
Nada en la vida tiene pros sin contras y el hecho de trabajar en una startup no iba a ser menos, aunque creo que los contras de trabajar en ella también hacen que seas un mejor profesional y que la innovación brote.
Destacaría sobre todo la incertidumbre. A diferencia de en un corporate, debes preocuparte por el EBITDA y el cashflow de la compañía ya seas de marketing, recursos humanos o desarrollo. No son negocios sólidos, por lo que en cualquier momento el flujo de dinero puede no ser suficiente para hacer frente a los pagos, incluyendo tu sueldo, lo que puede resultar en el cierre de la compañía. Esa incertidumbre te puede crear estrés y un sentido de la responsabilidad e implicación mucho mayor, por el cual es posible que trabajes más horas. Pero si eres capaz de manejarlo te convertirás en un mejor profesional y la empresa podrá hacer cosas distintas a lo que se está haciendo en el mercado, o lo que es lo mismo: innovar.
Una consecuencia negativa de ese “está todo por hacer” que comentábamos anteriormente y de la libertad de pensamiento y ejecución es que puede traer consigo procesos y sistemas de trabajo poco claros. No saber si lo estás haciendo bien, si te estás pisando con algún compañero, si existen maneras más eficientes de hacerlo, etc. Tienes que ser autodidacta y muy ordenado para poder manejarlo con éxito.
Por último, pero no menos importante no nos engañemos, los salarios suelen ser más bajos. La capacidad económica de las startups “early stage” es mucho menor que la de los corporates, por lo que no pueden pagarte el mismo salario. Es habitual intentar contrarrestar este hecho con acciones, stock options, phantom shares, etc. O lo que es lo mismo: entregarte una pequeña parte del pastel, por lo que si la compañía tiene mucho éxito o es vendida puedas recibir una compensación económica.
Los beneficios de unir corporates y startups son evidentes si analizamos los pros y contras de las startups. Si pensamos en los pros y contras de de un corporate y los comparamos con los analizados más arriba, veremos que en aquello en lo que una startup es fuerte, un corporate no lo es, pero que, en cambio, la debilidades de una startup son las fortalezas de un corporate. Puede ser un binomio perfecto si esta colaboración se articula de manera correcta y justa para todas las partes.
En un corporate esa incertidumbre a nivel empresarial no suele existir. Puedes tener incertidumbre en tu propio puesto de trabajo por no adecuarse a tus habilidades, por no estar teniendo un rendimiento adecuado o por otros factores relacionados más directamente contigo, pero no por un mal devenir de la compañía a corto plazo.
Los procesos y sistemas de trabajo de un corporate suelen estar muy definidos, por lo que pueden ayudar a las startups a ordenar esa manera de trabajar y llegar a la consecución de objetivos de una manera más eficiente.
Por último, los presupuestos de las grandes empresas soportan hacer pruebas y cometer errores sin afectar gravemente en los resultados anuales de la compañía. La mayoría de las startups “early stage” mueren por falta de liquidez antes de llegar a los 2 años de vida, por lo que no se me ocurre un instrumento de innovación mejor que un sistema de colaboración entre startups y corporates que deje a las startups trabajar como ellas lo harían, sin barreras, pero apoyadas y ayudadas por un corporate. Eso es precisamente lo que hacemos en Corporate Lab.
Corporate Lab es un venture studio para corporaciones y grandes empresas. Validamos nuevos modelos de negocio para ellas mediante la creación de nuevas startups independientes de las propias corporaciones y con equipos de trabajo compuestos por perfiles con experiencia montando startups o trabajando en startups “early stage”. Nos encargamos de toda la planificación y ejecución sin barreras por parte del corporate, pero con todos los beneficios que aporta un corporate.
Si trabajas en una empresa como esta y tienes ganas de jugar a la innovación, contáctanos y vemos si nos entendemos 😉