7/10/2021

Ventajas competitivas y defensividad: Claves de supervivencia de una startup

Ventajas competitivas y defensividad: Claves de supervivencia de una startup

Identificar los factores claves para el éxito de una startup es la gran nueva obsesión. Solo en 2020, se fundaron unas 4,4 millones de nuevas pequeñas empresas, pero las estadísticas muestran que solo 1 de cada 10 terminan teniendo éxito en todos los sectores.

En el mejor de los casos, una startup podría llegar a ser rentable durante su primer año, pero se puede producir fácilmente un fracaso durante los siguientes.

Tenemos muchos ejemplos de startups consolidadas, así que ¿cómo podemos identificar los aspectos que conducen al éxito? ¿Cuáles son? ¿Continúan siendo los mismos a lo largo de los años? ¿Qué diferencias hay entre el mundo offline y el online?

Hoy definimos qué ventajas competitivas debes considerar antes de lanzar tu startup o producto. Además, analizamos la importancia de la defensividad para sobrevivir en el tiempo.

Ventajas competitivas: Los puntos diferenciales de tu negocio

Cualquier negocio que pretenda ser rentable necesita definir ventajas competitivas y no perderlas nunca de vista. Cuando hablamos de ventajas competitivas, nos referimos a puntos clave para el éxito de un producto. Por supuesto, el tipo de producto determina cuáles deben ser estos puntos, pero en términos generales hay algunas ventajas competitivas que se mantienen entre la gran mayoría de productos digitales. Estos son algunos de ellos:

1. Valor del producto y ajuste al mercado

El valor del producto es la razón principal por la que los usuarios consumirán tu producto, mientras que el ajuste al mercado es su razón de ser.

En muchos casos, especialmente en el mundo digital, el valor del producto se puede identificar como contenido, pero va mucho más allá.

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2. Know-how y equipo

Un equipo con talento y unicidad es una herramienta necesaria para crear funciones interesantes, para tener en cuenta los intereses de la clientela y no perder de vista el mercado. No solo estamos hablando de experiencia, habilidades o talento. Otros factores, como tener un punto de vista único y la diversidad son clave para desarrollar un producto y hacerlo encajar en el mercado.

3. Velocidad y momentum

En un contexto en el que se puede construir un producto mínimo viable en solo unos pocos días, ir lo más rápido posible puede ser una ventaja competitiva. Es muy posible que un equipo como el tuyo esté trabajando en un producto similar al otro lado del globo, así que llegar lo antes posible puede ser la clave del éxito.

Otros factores temporales son igualmente importantes, pero no se escapan de nuestras manos. Puntos como el momentum pueden ser ese empujón que tu startup estaba buscando.

4. Capital y financiación

Es muy probable que tu producto necesite capital para poder despegar. Tener buenos inversores te permitirá conseguir las ventajas mencionadas anteriormente: podrás contratar tu equipo, trabajar más rápido y desarrollar más y mejores productos.

5. Relaciones personales

Las relaciones personales también son importantes en el mundo digital. El desarrollo de buenas relaciones se puede aplicar en diferentes direcciones. Por un lado, puedes cuidar la relación entre tu empresa y tus clientes. Estar cerca de ellos, escuchar sus necesidades y opiniones puede ser una ventaja para tu producto.

Por otro lado, mantener una buena red de contactos también puede ser ventajoso para tu negocio. Puede tender un puente entre tu empresa y nuevos inversores, empleados o simplemente contribuir a la buena prensa.

6. Marketing o publicidad

¿De qué sirve todo lo anterior si nadie sabe de ti? Generar ruido alrededor de tu producto es clave para el éxito. Capta la atención de tu público objetivo con campañas de marketing, publicidad o simplemente con el boca a boca.

7. Patentes y licencias

Las patentes y las licencias pueden considerarse parte del mundo offline, pero siguen siendo una ventaja competitiva en algunos casos. Expertos están de acuerdo en que serán cada vez menos importantes, pero aún así vale la pena considerarlos

Defensividad: un concepto cambiante pero crucial

La defensividad no es un concepto nuevo, pero seguramente ha cambiado tanto que necesita ser redefinido. Si la defensividad es una serie de medidas para proteger a una empresa de otros competidores y circunstancias, el concepto es tan antiguo como el comercio.

Antes de la revolución digital, los ejemplos de defensividad eran materiales únicos, ubicaciones geográficas privilegiadas, patentes y más. Pero hoy, la mayoría de estos han desaparecido: el acceso a todo tipo de materias primas se ha extendido, la economía de mercado es global, etc. Entonces, ¿acaso importa la defensividad?

La verdad es que sí y probablemente más que nunca. Estadísticas muestran que una ingente cantidad de startups nuevas se crean cada día y que solo el 10% acaban teniendo éxito. La competitividad es más feroz que nunca; por eso, aplicar tácticas de defensa puede ser el punto diferencial para tener éxito a largo plazo. Estas son algunas de las tácticas que puedes tener en cuenta.

La defensividad es una serie de medidas para proteger una empresa de otros competidores y circunstancias. Pero este concepto tiene que evolucionar, dado que la competencia es más feroz que nunca.

1. Efectos de red

El efecto de red es una circunstancia en la que los usuarios aumentan el valor de un producto al usarlo, haciéndolo más valioso para otros usuarios de forma continua.

Los efectos de red son un fenómeno común en el mundo actual, ya que internet en sí es un buen ejemplo de ello. Internet se volvió cada vez más valioso a medida que los usuarios lo usaban más: se producía más contenido, se creaban más páginas web, surgían productos nuevos y más interesantes, y así sucesivamente. El hecho de que la gente use internet cada vez más conduce a crear un mayor valor, creando ese efecto de red.

Pero este ejemplo no solo se limita a productos tan ingentes como internet; nuestras vidas están completamente dirigidas por los efectos de red, no solo en el mundo digital sino también en el mundo físico.

2. Economías de escala

Las economías de escala son ventajas de costos que las empresas obtienen debido a escalas de operaciones más grandes. En palabras más sencillas, una empresa con economías de escala es más rentable cuanto más crece. Al beneficiarse de un mayor tamaño de sus operaciones, los costos se reducen y la producción crece.

Amazon es un ejemplo típico de economías de escala, pero estas se aplican a otras empresas, incluido también el mundo offline. Por ejemplo, si tomamos un restaurante como ejemplo, es lógico pensar que atender a 100 clientes es más eficiente que atender a 10. Los mismos recursos humanos pueden cubrir más raciones, mientras que el acceso a materias primas se abarata cuando se adquieren más cantidades.

Encontrar una forma de producir de manera más eficiente y aplicar economías de escala puede garantizar la rentabilidad, pero también la estabilidad a largo plazo y la protección frente a tus competidores. 

3. Imagen de marca

La imagen de marca crea una barrera psicológica muy difícil de traspasar. Construir una marca sólida contribuye a que la gente asocie tu marca con una necesidad, un concepto o un estilo de vida. Lograr crear una imagen de marca estable asegura el éxito a largo plazo, alcanzando incluso décadas de notoriedad. Una vez que esto se logra, no solo consigues que la clientela acuda a tu marca fácilmente, sino que también consigues ahuyentar a competidores.

Sin embargo, la marca por sí sola no es garantía de éxito. Tener una imagen de marca sólida no debería hacer que descuides el valor del producto y la innovación. A lo largo de los últimos años hemos visto a miles de grandes marcas hundirse, probablemente debido al exceso de confianza.

Ventajas competitivas vs defensividad

Está claro que cuantas más ventajas consiga tu producto, más posibilidades tendrá de tener éxito. Según TechCrunch, tanto las ventajas competitivas como la defensividad contribuyen al éxito de un negocio, pero la forma en que lo hacen es totalmente distinta.

Las ventajas competitivas son un buen punto de partida, dado que te dan esa primera fase de éxito y estabilidad. Conseguirlas te aportará un crecimiento lineal. Pero por otro lado, la defensividad te aportará éxito y estabilidad a largo plazo y esto se traduce en un crecimiento exponencial.

Las ventajas competitivas son perfectas para empezar, ya que te pueden aportar una primera etapa de éxito y estabilidad. Conseguir reunirlas todas te otorgará un crecimiento lineal. Pero en la otra cara de la moneda, encontrar una forma de defensividad te dará éxito y estabilidad en el largo plazo, y esto se traduce en un crecimiento exponencial. 

Si vas a lanzar tu propia startup o quieres crear un nuevo proyecto de innovación, te recomendamos que pienses en incluir al menos una de estas medidas de defensividad. Diseñar un producto que aglomere tanto ventajas competitivas como defensivas no es nada fácil, pero te garantizará el éxito a largo plazo. 

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